En el Golfo Sarónico, en la costa este de la isla de Aegina, la pequeña ciudad de Agia Marina te da la bienvenida con su puerto y su ambiente tranquilo y característico.
NOTAS HISTÓRICAS SOBRE LA VIDA MARINA
Agia Marina, como el resto de la isla, tiene una historia muy antigua, que tiene sus raíces en el año 3000 a.C. cuando los primeros habitantes que llegaron a estas tierras fueron marineros y comerciantes. Hay que recordar que Agia Marina sigue la historia de la isla, y es un importante lugar de llegada para los comerciantes que enriquecen no sólo la economía sino también la cultura y las tradiciones. La zona en la que se desarrolla Agia Marina se convierte en un importante centro para el desarrollo de la escultura y la cerámica, es aquí, de hecho, donde se encuentra un maravilloso templo dedicado a Aphea.
QUÉ VER A GUSTO MARINE
El pequeño pueblo de Agia Marina es un lugar para amar y descubrir en su tipicidad, con casitas sobre el mar, pescadores tirando de sus redes rojas, calles y callejones para caminar con la cabeza en alto y admirar las casas y los edificios de la isla. No lejos de Agia Marina se puede visitar un hermoso monasterio dedicado a Agios Minas, ricamente decorado. Para retroceder en el tiempo, no te pierdas el templo de la diosa Afea, en el frontón reconstruido con decoraciones escultóricas muy interesantes, que también recuerdan la figura de Atenea. Algunos bloques del frontón se encuentran ahora en Baviera, en Munich, expuestos en la glittoteca.
PLAYAS EN LAS CERCANÍAS DE AGIA MARINA
La playa principal de Agia Marina es una playa de arena dorada y suave, una de las pocas de la isla. En la zona se pueden encontrar muchos bares y clubes donde se pueden degustar bebidas frescas, degustar excelentes platos de la tradición culinaria griega, y disfrutar del hermoso mar del Golfo Sarónico. Los que eligen la playa de Agia Marina tienen la oportunidad de alquilar tumbonas y sombrillas y pasar unos días agradables junto al mar cristalino. En las playas de Agia Marina se pueden practicar deportes náuticos, o alquilar embarcaciones como canoas y veleros para disfrutar de un mar cristalino.